La superficie del cristal y sus reflejos.
Óleo sobre tela donde destacan brillos, luces, opacidad.
Para esta obra dispuse en composición tres botellas, dos de ellas antiguas, donde coexisten superficies rugosas, lisas, brillantes y opacas.
A su vez, un fondo sencillo, que ilumina y sitúa en una atmósfera neutral, dando protagonismo al trío que se posa firme sobre el horizonte.
Obra completa. |
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